16 de agosto de 2011

ARS MORIENDI (17)

17# —SE LLAMABA FENG.


Hablaba mucho pero en otro idioma que no proviene del latín, por lo que no se hacía entender, por lo que yo entiendo. Entre otras cosas pude saber que era hijo de Fang, casado con Meifen —Fang—, natural de Guangdong —Feng—, provincia de China. Vino con su esposa, Limi, que andará buscándole. Cualquiera le dice que busque en diferentes lugares para encontrarle entero, que su marido ha adquirido recientemente el don de la ubicuidad. Para estas cosas hay que tener tacto. Ya veré cómo se lo casco si me topo con ella en alguna madriguera, que para eso me pago.

—Vayamos al serrucho —dijo Pitusa.

—Oh, sí, el serrucho —Sombrero deslizó su dedo por la inoxidable dentadura—. Ahora voy con el tema.

»Feng.

»No es la primera vez que pasa una temporada en el camping. El verano pasado estuvo aquí, con Limi. Lo recuerdo porque sobrevivieron y sobrevivieron porque se largaron antes de morir. Justo a tiempo. Nunca se me olvidará esa carita de galleta, la de Limi, redondita y amarilla, tostada por el sol. Para que luego digan que los chinos no se ponen morenos. Los tiburones también se ponen morenos. Es un dato que les doy por si les […].

—El serrucho —dije—. Hablemos del serrucho.

—Oh, sí, el serrucho. Ahora estoy contigo.

»Feng.

»Era rubio, teñido, de bote. Parecía japonés. Pequeño de carnes, se crecía ante la adversidad, ante la mutilación, por la gracia del verbo. No es que yo lo sepa, pero me lo imagino. Colijo, digo, quiero decir. Desde la primera guerra del opio los chinos no se andan con pijadas. Aprendieron la lección de los ingleses, que para lo suyo son muy suyos, muy mirados, esto todo el mundo lo sabe.

—Bueno —dijo Pitusa—. ¿Pero dónde estaba el serrucho?

—Oh, sí, el serrucho —dijo Sombrero—. ¿Dónde estaba el serrucho? Una pregunta retórica, supongo.

—No, no —negó Pitusa moviendo los trapecios—. De lo más sobria.

—El serrucho de Feng, dices —Sombrero dibujó un círculo en el aire, como enarbolando la maroma de un gaucho—. El serrucho de Feng.

»Feng.

»Feng era hijo de Fang, casado con Meifen —Fang—, natural de Guangdong —Feng—, provincia de China. Puj. Esto ya lo he dicho. Puj. Joder, tengo una sed que me muero.

No hay comentarios: